La primera de estas fuentes la constituyen las costumbres de los antepasados o
mores maiorum. Se trata de un derecho constitudinario, que progresivamente se distingue de las normas morales y religiosas, con las cuales comparte idéntico origen
.
El nacimiento del Derecho romano se debe entre otras causas a la
división existente en la sociedad romana entre patricios y plebeyos, no
obstante antes del año 451 a. C.-450 a. C.,
no conocemos un sistema unificado para la península, es por eso que
debemos remontarnos a Grecia, cuna de la civilización occidental, en
donde estaba presente el periodo ático, o del derecho griego ático, de
donde podemos presumir fueron permeadas algunas disposiciones presentes
en la Ley de las XII Tablas.
Las tradiciones legales romanas estaban en manos de los patricios y
todos los asuntos relacionados con lo que nosotros conocemos como
derecho recaían sobre el Pontifex Maximus,
evidentemente patricio, conociéndose como derecho pontifical. Los
plebeyos desconocían como iban a ser juzgados exactamente y normalmente
los patricios aplicaban la tradición pontifical según convenía a sus
intereses. Por ello, una de las reclamaciones plebeyas, a imagen de lo
que había ocurrido en las ciudades del arcaísmo griego, solicitaron la codificación de la tradición en forma de leyes. Para ello, el Senado acordó enviar una comisión a Grecia
para informarse sobre las leyes de las ciudades, y después se decidió
la abolición de las magistraturas patricias y del tribunado de la plebe,
entregando el poder a una comisión de decenviros, que debían codificar
las leyes romanas en un período de un año. Esta comisión elaboró X(10)
tablas de leyes bastante justas y, por tanto, favorables a los plebeyos,
pero, al no estar terminado el trabajo, se nombró una segunda comisión
decenviral, mucho más conservadora, que elaboró las dos últimas tablas,
con leyes netamente antiplebeyas, que, por ejemplo, prohibían los
matrimonios mixtos. Esta comisión intentó perpetuarse en el poder, pero
fue depuesta y el sistema de magistraturas empezó a funcionar de nuevo.
El resultado fue el primer cuerpo legal conocido y estructurado, llamado
Ley de las XII Tablas, del año 451 a. C., y que fueron expuestas públicamente en el Foro Romano.
En el año 367 a. C., las Leges Liciniæ-Sextiæ
culminaron el proceso de igualación entre patricios y plebeyos,
permitiendo el acceso progresivo de estos últimos a las magistraturas y
sacerdocios, aunque el primer Pontifex Maximus plebeyo tuvo que esperar más de un siglo.